Hace poco visité una pequeña tienda que me encantó. En ella se vendían objetos de regalo y todo lo que había en ella eran cosas preciosas: juegos de café de porcelana estampados con motivos románticos, mantelitos bordados, velas y jabones perfumados, bandejas pintadas a mano ... Mirase a donde mirase todo era encantador. Lo único que podía decir cuando miraba hacia la derecha era "ohhh...", pero entonces miraba hacia la izquierda y volvía a decir "ohhh...", y de repente me encontraba de frente con unas cajas preciosas y se me volvía a escapar el "ohhh..." Lo repetí tantas veces que creo que la dependienta se alegró de que supiera decir algo más que "ohhh..." cuando al fin logré hablar con ella.
No sé si sabéis a lo que me refiero cuando hablo de esa sensación, de la sensación de estar rodeada de cosas bonitas. Es por eso que me encanta coser, haciendo que las cosas que me rodean y que necesito sean bonitas, que tengan ese toque que me hace sentir bien cuando las veo. Y este es el caso de la bolsita que os traigo hoy. Es una bolsa para guardar la ropa interior en la maleta y es que cuando abro la maleta y veo mi ropa perfectamente doblada, con mis bolsas para que la ropa quede ordenada, entonces me invade esa sensación de la que os hablo, la misma que sentí en esa tiendecita. Pero la bolsa que os enseño hoy no es para mí, sino para Gloria
La bolsa está realizada en lino color piedra y bordada en blanco y está forrada también con una fina tela en color blanco.
Los botones son de nácar natural y se abrochan con cordón de seda blanco.
El trabajo bordado está, como siempre, realizado totalmente a mano, combinando diferentes puntos.
Espero que os haya gustado la bolsa. A mí me ha encantado cómo ha quedado, pero sobretodo hacerla porque el bordar a mano es una de las cosas que más me gustan.
Un beso muy fuerte y hasta pronto...